Ayer, la albiceleste enfrentaba al rival más importante del Preolimpico y con los condimentos ya conocidos (Partido clásico + Magnano enfrentando a la Argentina en el país) se generó la primera derrota en el torneo.
Un encuentro ante Brasil siempre es especial y además, en los últimos años, luego del auge de la Generación Dorada y los buenos rendimientos de los brasileros NBA, un partido muy parejo, en donde mínimos errores inclinan la balanza. Los locales habían vencido en el anterior encuentro (en el Mundial) y ayer la Verdeamarhela se tomó revancha a domicilio.
Un encuentro ante Brasil siempre es especial y además, en los últimos años, luego del auge de la Generación Dorada y los buenos rendimientos de los brasileros NBA, un partido muy parejo, en donde mínimos errores inclinan la balanza. Los locales habían vencido en el anterior encuentro (en el Mundial) y ayer la Verdeamarhela se tomó revancha a domicilio.
Quizás la perdida del caudillo Nocioni a los 2 segundos, influyó no sólo en lo que al juego concierne, sino también en el ánimo de los jugadores. Con un gran partido de Rafael y Huertas, máximos anotadores, y con un equipo que impuso el ritmo desde el arranque (el primer parcial terminó 19-17 abajo) Brasil fue manejando los hilos y maniatando a la Argentina, que se vio superado por los nervios y las rápidas resoluciones bajaron senciblemente la producción que se había tenido un día atrás frente a Venezuela.
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