Futbol: La inteligencia al servicio del juego

Publicado  miércoles, 20 de julio de 2011


Argentina fue superada tactica y espiritualmente por Uruguay, que supo a que jugar desde el vamos y quedó eliminada en Cuartos de Final de la Copa America 2011

El planteo de revisar los hechos del partido del sábado, no parece ser complejo, al menos, para quién escribe. A las claras, nuevamente, el fútbol se encargó de ejecutar las acciones, dandole crédito a su rica historia, y más allá de que de un lado del césped estuvieran los "mejores" del mundo, el juego colectivo es el verdaderamente efectivo.

Argentina y Uruguay llegaban como selecciones dispares según los medios locales. Sin darle mérito de la posición de ambos en el último Mundial: 5º y 4º respectivamente; ni su historia en la Copa America (14 conquistas por lado) o el poderío mundial (dos copas por lado, una de local y la otra en este continente para ambos), lo cual, muestra a las claras, la lógica paridad entre los países vecinos, ambos uno o dos escalones por debajo del gigante de este continente.

Dejando de lado cuestiones ajenas a los 90 minutos (que fueron 120), el desarrollo del partido mostró un equipo compacto, inteligente tacticamente, con mucho aire en el medio y dos toros en la delantera (Uruguay) contra otro que careció, una vez más, de ideas, y sustentó sus esperanzas en el dominio de pelota de Messi o alguna inspiración de alguno de los interpretes, aunque fallando el juego por las bandas, y las sociedades.

La defensa fue un tembladeral, y la Selección no supo imponer su "juego", no pudo quebrar lineas y sufrió de más por los centros que caían a su área. Arrancó perdiendo desde temprano, empató a mitad del PT, se quedó con uno más casi 50 minutos, no pudo aprovechar la ventaja y el partido se definió de ida y vuelta, para cualquiera de los dos.

El juego asociado del medio hacia delante, no existió, ni en Messi-Aguero, ni con el ingreso de Tevez o Pastore. Higuain no encuentra su lugar en un equipo que lateraliza más la pelota que su R.Madrid y es más lagunero, al igual que Di Maria, que choca contra sus propias ganas. Uruguay hizo su negocio, tuvo sus chances y sacó la chapa sobre los penales. Otra decepción más, con planteos que exceden el campo de juego. Uruguay fue semifinalista y ahora finalista. Por inteligente, actitud y juego. Arriba la Celeste!

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