Tenis: Una muestra para creer a futuro

Publicado  domingo, 8 de abril de 2012

Del Potro despachó con holgura a Marin Cilic y Argentina ya está en semifinales. Mónaco también ganó en sets corridos y cerró la serie por 4-1


Hoy no hubo tiempo para posibles especulaciones. Desde el arranque, furioso, efectivo, concreto de Juan Martín, el panorama fue distinto al de los días anteriores: con una precisa clase de tenis y aprovechando el cansancio de su rival, el partido estuvo siempre a merced del tandilense, que empezó golpeando metido en la cancha y sin dejar resquicios para el juego del croata.


El primer parcial sólo tuvo una "fisura" ya que Delpo se llevó los primeros 5 games para tomar una ventaja definitiva y cerrarlo por 6-1. La cara de Cilic lo decía todo: hoy, La Torre estaba en uno de sus días. Y la tendencia se agravó con el correr de los games.


Ya en el segundo parcial, el número 10 del planeta encaminó su juego, siendo paciente y castigando de derecha. Sólo se relajó cuando su oponente logró quebrar su saque, pero se recuperó y puso las acciones dos sets a cero con un 6-2.


Para cerrar con contundencia, fue machacando sobre todos los intentos de un alicaído Cilic, que finalmente bajó la guardia y con un 6-1, se cerró otro capítulo triunfal para la albiceleste, semifinalista en las últimas tres ediciones.


Ya con la serie cerrada, Juan Mónaco salió a cumplir con el quinto punto frente a un ignoto Veic, que poco y nada pudo hacer ante la gran actualidad del otro tandilense (semifinalista en Key Biscayne y 16º del mundo).


Pico arrancó en piloto automático, incluso definiendo sus games de manera cerrada, hasta que poco a poco fue sintiéndose más cómodo en cancha y haciendo valer su juego. El primer parcial fue por 6-1, ante un caudal menor de público que en el punto anterior.


El anecdotario se cerró con otro 6-1 y una chapa final de 4-1, para focalizar la mira en el próximo objetivo: La República Checa de Berdych y Stepanek, del 14 al 16 de Septiembre en el Parque Roca. Del otro lado, EEUU y España. Puede que la historia, nuevamente, complote a favor de una revancha...

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